Hoy vamos a dar un vistazo a lo que son las alergias alimentarias en perros, cómo detectarla (siempre con acompañamiento veterinario) y una solución más que curiosa. Desgraciadamente cada vez son más este tipo de problemas, cuya causa multifactorial lo hace aún más difícil de controlar. Desde la genética, factores medioambientales, edad, el estado de la barrera de la mucosa gastrointestinal y hasta la forma de presentación de los alimentos pueden originar una alergia alimentaria en perros.
Picores y problemas gastrointestinales
Los picores son habituales en los perros, pero si estos son recurrentes y lo acompañan problemas gastrointestinas, habría que buscar su origen. Una vez descartados que no sea a causa de pulgas, ácaros, parásitos internos o por cambios en el ambiente del animal (perfumes, champús, niveles de humedad y calefacción), el siguiente paso es descartar que no sea por una alergia alimentaria.
Por supuesto, no todos los picores que sufren nuestros perros están causados por problemas de alergias alimentarias, puesto que también puede ocurrir que sea alérgicos a las picaduras de pulgas o que tengan algún problema autoinmune, pero sigue siendo una de las causas más habituales. Siempre será un veterinario el que deba encontrar la causa de dicho prurito, según los síntomas de nuestro pequeño.
Cómo se detecta una alergia alimentaria
Aún incluso sabiendo que lo que le ocurre a nuestro compañero de cuatro patas está causado por una alergia alimentaría, el diagnóstico suele realizarse por dietas de eliminación y no por pruebas de alergias. Esto es, ir eliminado de su dieta los alimentos sospechosos que la puedan estar causando. Una vez visto que retirar ese alimento funciona y los síntomas remiten, habrá que exponerlo nuevamente a ella, realizándole lo que se llama una prueba de provocación. Si los síntomas vuelven, hemos dado con la causa y podemos proceder a buscar el alimento más adecuado a para nuestro pequeño.
¿Por qué utilizar un proceso tan largo? Porque las pruebas de alergias realizadas en sangre para medir los niveles de anticuerpos, suelen ser poco fiables, con bastantes falsos positivos y negativos. Es una prueba de hipersensibilidad, por lo que sólo se miden los alimentos consumidos inmediatamente.
También existe un nuevo método, pero no hemos conocido aún de nadie que lo haya usado, que son test de saliva, un reactivo que realiza la prueba de sensibilidad e intolerancia a 24 alimentos. Es el método más caro, de alrededor de 350€. El nombre de esta es NutriScan. Si alguien la usa, que nos cuente un poco.
Una vez realizadas las pruebas, si el problema está en que tiene una intolerancia al gluten, habría que buscar un pienso grainfree. En cualquier caso, nuestra recomendación siempre será ir hacia la comida natural, que aunque lleva mas tiempo de cocinado y preparado, a la larga aportará mayor salud a nuestros pequeños.
El veterinario nos dará dos opciones en caso de encontrar que el problema está en la proteína: utilizar un pienso compuesto por proteínas novedosas, aquellas que no se usan habitualmente como puede ser el conejo, cordero, salmón; o utilizar uno con proteínas hidrolizadas. La proteína más utilizada es el pollo, y este suele ser el ingrediente que causa más alergias por lo general.
Pienso basado en proteína de insectos
Y por eso un pienso basado en insectos no es tan mala idea. Pues eso, pienso para perros hechos con insectos. No, no es ninguna broma. Es además, una solución muy acertada desde el punto de vista de ecológico, pero sobre todo, es un alimento que produce menos problemas alérgicos.
Es el caso por ejemplo de la marca Calibra, que usa larvas de mosca soldado negra y proteína de Krill. Son especialmente criados en ambientes controlados, y son fuente de aminoácidos y grasas de alta calidad. Y lo mejor, es sostenible. Aunque a ojos humanos no nos parezca muy apetecible, la conversión a pienso hace que sea mucho más atractivo de alguna manera. Y si a ellos le gusta ¿por qué no?
¿Y vosotros? ¿Le diarias pienso compuesto por proteína de insectos a vuestros pequeños?
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