¿Qué es mejor, collar o arnés? Salir a la calle con nuestra mascota es uno de los mayores placeres que existen. Realizamos esta actividad a diario, durante muchas horas, a lo largo de su vida. Es por ello que debemos elegir bien las herramientas que colocamos a nuestro cánido, como son los collares o los arneses.
Hay muchas discrepancias sobre ambos, sobre todo entre etólogos y adiestradores, principalmente porque su punto de vista es completamente diferente. Uno trata de llegar al bienestar del perro a través de la menor invasión, mientras que los adiestradores intentan llegar a un equilibrio entre bienestar animal y social. Ambos enfoques son correctos, dependerá del tipo de perro que tengamos delante el tomar en consideración uno u otro, o en su caso, consultar con nuestro veterinario.
También se suele asociar los perros pequeños o braquicéfalos con los arneses. Esto es así porque la fuerza de un perro pequeño es menor que la nuestra y con un solo tirón podemos causarle problemas graves para toda la vida: contracturas, daño en nervios y médula espinar, pinzamientos de la columna, alteraciones de la tiroides, etc. Aquí tenéis un poster muy informativo sobre los problemas que pueden causarle un mal tirón a nuestro perro.Y estos daños pueden también darse en perros medianos, grandes e incluso en gigantes.
Sabemos que lo mejor para nuestro compañero sería ir libre por el mundo, andando a nuestro lado, pero esto no es posible por múltiples motivos: leyes, educación vial, seguridad, civismo. Tanto el collar como el arnés son incómodos para nuestros amigos, pero el segundo caso es mejor tolerado que el primero; y este protege la salud de nuestros perros mejor.
Al mismo tiempo, la educación con el arnés no suele ser tan efectiva como con el collar, aunque depende del estado mental del perro, y de su comportamiento natural. Vamos a ver qué tipo de collares y arneses podemos encontrar en el mercado:
- Collares: con acolchado o no, de nylon u otros materiales. Los mejores son los anchos y con protección para el cuello.
- Collares de ahorque: Deberían estar prohibidos. Suelen ser utilizados para perros grandes con problemas conductuales, que van ahogándoles a medida que tiran más y más. No educan, son negativos, y pueden asfixiar hasta la muerte. Lo mismo para los semi-ahorques, aunque evitan que llegue a la asfixia.
- Collares de púas: Deberían prohibirlos también. En su origen se utilizaban para proteger el cuello de los perros antes los lobos que atacaban el rebaño, colocando los pinchos hacia fuera. Pero se empezó a utilizar para la educación, colocando estos pinchos hacia dentro, y causando heridas en los perros que tiran de la correa. No educan, y no ayudan, además de asociar el paseo con algo negativo.
- Collares eléctricos: no solo existen collares anti ladridos eléctricos (ya prohibidos) sino también los llamados educadores. Los dueños tienen una especie de mando a distancia, que pueden pulsar con diferentes niveles si el perro hace algo mal. No es un collar para salir a la calle, sino educacional, pero no lo recomendamos, ya que causa dolor corporal intenso a nuestro compañero.
- Arnés de cabeza: son parecidos a los utilizados en los caballos, los ronzales de morro. Según Cesar Milán son los mejores, aunque son raros de ver por la calle y no tienen demasiada fama. La verdad es que la idea de cubrir la cabeza de nuestro perro puede producirnos sensaciones negativas, pero hasta ahora, hemos encontrado opiniones muy buenas.
- Arnés anti tiro: un tipo de arnés que sujeta el cuello al pecho, y en caso de tirón, hace que cambie de dirección. Pueden provocar igualmente problemas cervicales si se utiliza mal.
- Arnés Corporal: el más conocido, puede estar acolchado o no. Es el más recomendable si nuestro perro está bien educado y no da tirones. Hay que asegurarse de que no le roza bajo las axilas y que tiene la parte del cuello despejada. Hay unos que recogen los pies, y otro que se apoyan en el esternón y la columna.
- Arnés de trabajo: Un usuario normal no utilizará este tipo de arnés, son los que llevan los perros de trabajo como perros policía, guías, tiros de trineo, etc.
¿Cuál es el mejor? El arnés es sin duda el rey para los profesionales. Pero no hemos de olvidar, que el collar puede tener también sus usos, bien utilizado.
En nuestro centro solemos recomendar empezar con el collar en los cachorros, ya que comprenden mejor el mecanismo de la correa a través de la dirección. El cuello es una de las zonas más sensibles de nuestro compañero, y por ello, se suele decir que obedecen mejor a los tirones. Personalmente, estamos en contra de los tirones, y menos aún de arrastrar a nuestro amigo por el cuello, hay que comenzar con poco a poco, llamándole continuamente para que siga nuestro camino, incluso con chuches perrunas si fuera necesario. Pasada esta primera etapa de enseñanza, cambiaríamos al arnés. Este sólo es eficaz si nuestro perro no da tirones, y es capaz de andar a nuestro lado a nuestro ritmo, sin remolonear.
Si además tu perro es braquicefálo o muy pequeño, te recomendamos claramente el arnés. Consulta con tu adiestrador, etólogo o veterinaria sobre cuál de las opciones existentes en el mercado es el mejor para tu perro.
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