Hace unos meses os contamos nuestra opinión sobre lo que significaba un criadero familiar. Hoy vamos a comentaros lo que a nuestro parecer es un criadero responsable, y que supone esto.
Un criadero responsable es legal. Tiene todos los permisos en regla (Núcleo Zoológico de Cría en vigor y Licencia de la Actividad, así como alta en la Seguridad Social, IAE, etc.) y los tiene además a la vista. No es un negocio clandestino, y por lo tanto pagan (y mucho) múltiples impuestos. Dan factura, cumplen con el reglamento de Protección de datos, y te ofrecen las garantías que marcan la ley: 15 días para enfermedades víricas y 2 años para vicios ocultos que dificulten o imposibiliten la vida.
Son además centros que se preocupan por el bienestar de sus mascotas. Mantienen sólo el número de reproductores de los que pueden hacerse cargo correctamente, y buscan una casa adecuada para los que no pueden seguir con ellos.
Sus animales tienen un comportamiento acorde a la raza, y un estado físico y mental bueno. Les hacen análisis genéticos para descartar enfermedades más comunes, les llevan al veterinario cuando es necesario, se les hacen chequeos veterinarios anuales. Se les desparasita todos los meses, interna y externamente; se les vacuna anualmente de las enfermedades infecciosas más habituales en su zona. Ecografias y las cesáreas si son necesarias, porque saben que son los responsables de esas vidas. A los criadores responsables se les identifica bien porque se les pone una alfombra roja en el veterinario.
Sus cachorros disponen de los más altos estándares de salud que se pueden pedir a un animal y su criador, más incluso de lo que la ley les exige. Vacunas acordes a su edad, los antiparasitarios necesarios, el microchip, las pruebas específicas de la raza (placas de displasia, de codos, de ojos, etc.), cartilla veterinaria y/o pasaporte, etc.
Disponen además de alimentación de gran calidad para sus mascotas. Desde cachorros, les ofrecen una buena marca o una alimentación casera bien equilibrada. Los adultos disfrutan igualmente de alimentación variada y Premium que obtienen una mejor salud para ellos.
Y también se preocupará de que las instalaciones sean las correctas. Agua corriente, calor en invierno y fresco en verano. Un lugar en el que poder correr y jugar con otros y sentirse protegido de las inclemencias del tiempo. Una buena limpieza de las instalaciones con productos desinfectantes y bactericidas. Y adecuar todo el lugar a la seguridad de los peques de cuatro patas.
Por último nos gustaría también hablar sobre el aseo. Un criador responsable cubrirá las necesidades de aseo que se requiera a cada perro. No sólo la peluquería que es algo estético, sino el cuidado del pelo y la piel, cortes de uñas, limpiezas de orejas, limpieza de dientes y el largo etc. que requiere de estar pendientes y atentos de todos los animales las 24 horas del día, y que repercute sobre su salud. Utilizará productos de buenas marcas como champús, limpiadores óticos o perfumes que son adecuados para la piel de nuestros perros.
En resumen, un buen criador responsable se preocupa por hacer las cosas bien. Esto supondrá un gran gasto para el bolsillo, pero sobre todo mucho, muchísimo trabajo. Sin duda no se hará rico con esta profesión, y requiere de una gran cantidad de sacrificio personal, ya que es un trabajo a jornada total los 365 días del año. Se convierten en parte de tu familia y merecen todo lo que podamos darles. Es por eso que un criador responsable a nuestro parecer debe ser legal, honesto, transparente, profesional, y capaz. Es una responsabilidad que se toma con la sociedad en su conjunto y con los animales en particular.
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