Nadie duda que para los humanos la comida natural, de casa, ecológica y equilibrada, es la mejor opción. Entonces, ¿por qué creemos que el pienso es lo ideal para nuestros perros? Hoy vamos a ahondar en las cuestiones que más os suelen preocupar en relación a la comida. Antes de empezar, decir que este tema es muy polémico (aún más que en humanos), y encontraréis todo tipo de opiniones al respecto en internet y en el parque. Como siempre, la última palabra sobre la alimentación de la mascota la tendrá tu compañero de cuatro patas y tu veterinario.
Algunos datos sobre la fisionomía y la historia de los perros
Hasta hace unos treinta años, los perros comían las sobras de casa. El pienso estrusionado (la bolita, que se consigue a través del proceso de peletización) es un invento relativamente moderno, que permite una mejor conservación de la comida al quitarle casi todo el agua. Nuestra comida usualmente está compuesta en hasta un 70-80% de agua, mientras que el pienso apenas llega al 10%. Es precisamente esa falta de agua uno de los motivos por los cuales algunos nutricionistas de mascotas indican que es una mala alimentación, ya que es algo antinatural. Y entonces pensarás: vale, pues lo mojamos antes de dárselo de comer. Pues bien, aunque pudiera parecer una solución, no es la más adecuada. El pienso no está pensado para rehidratarlo, pudiendo causar algunas alteraciones digestivas a nuestro compañero.
Aunque los perros se han alejado mucho del concepto de «lobo», parte de su fisonomía sigue siendo parecida, y por ello aunque ambos son carnívoros, los perros no lo son estrictos. Su tracto digestivo y su ciego son corto y su pH estomacal más ácido, ya que las proteínas se digieren mucho más rápido que el almidón y la celulosa presente en vegetales, cereales y frutas. Lo mismo para su saliva, en la que no está presente la amilasa necesaria para la predigestión usual en herbívoros y omnívoros. Años de convivencia con los humanos han modificado el organismo de los perros para aceptar otros alimentos diferentes a la carne, pero recordemos, su principal fuente alimenticia debería ser siempre esta. La alimentación vegana no solo no es adecuada, sino que puede ocasionar a nuestro animal problemas veterinarios muy graves.
En cualquier caso, las heces de nuestra mascota son un indicador inmejorable para saber qué le sienta mejor. Su color, textura, olor y cantidad nos dirán no sólo qué le gusta, sino cuál es el adecuado para él. Hay que descartar en cualquier caso siempre que los problemas intestinales provengan de otros factores, como los parásitos, el estrés, antiparasitarios, vacunas, enfermedades, etc. Igual que a los humanos, cualquier cambio puede afectar a las heces de nuestro compañero.
Salud, alimentación y horarios
Una buena alimentación es primordial para que nuestro amigo de cuatro patas tenga una salud de hierro. Al igual que nosotros, la falta de ciertos nutrientes puede derivar en problemas graves como el raquitismo; y una incorrecta alimentación puede crearles diabetes o piedras en el riñón.
La alimentación será una constante en su vida, pero variará según sus necesidades y situaciones. No es lo mismo un cachorro que un adulto, ni un anciano. No es lo mismo un Chihuahua que un Mastín, y no solo por la cantidad, sino porque tienen huesos, musculatura, actividad, y pelaje diferentes. Tampoco será lo mismo si está esterilizado o castrado, o si tiene algún problema previo como alergias alimentarias, obesidad, diabetes, etc. Es importante que la alimentación se adapte a nuestro pequeño, ya sea dándole pienso o comida natural.
Por otro lado, hay una creencia extendida de que sólo hay que darle una vez al día de comer a los perros. A nosotras nos parece un poco cruel, la verdad. Tu compañero tiene que ver y oler cómo comes suculentos manjares al menos tres veces al día, mientras te observa con esos enormes ojos suplicantes. Es por ello que nosotros recomendamos un mínimo de dos veces al día, tres si nuestro trabajo nos lo permite. Desayuno, comida y cena, ofreciéndole su parte del día que corresponde y retirando lo que le sobre.
Será además una buena forma de controlar el momento en el que vaya a hacer “popó”, ya que con el agua, el pienso suele pujar y querrán hacer sus necesidades a los pocos minutos de terminar de comer.
Pienso
El pienso es cómodo. Muy cómodo. Por su compra, transporte y su facilidad para medir la cantidad exacta que hay que darle a nuestro peludo amigo. Es además un alimento equilibrado, testado, y aseptico que facilita nuestra vida. Hay cientos de marcas en el mercado, con sabores, calidades, precios, y composiciones muy diferentes. De los únicos que no nos fiamos ni un pelo y no os recomendamos, son los del supermercado. El resto, como los gustos, cada uno elige el suyo.
El pienso de gama alta, es un alimento balanceado ya que suelen contener fórmulas pensadas y probadas en nuestras mascotas, cubriendo todas sus necesidades nutricionales. Hay incluso pequeñas diferencias para tamaños diferentes y razas. Estos piensos suelen estar enriquecidos con las vitaminas y minerales indispensables, pero desgraciadamente también con colorantes, aditivos, saborizantes y conservantes que no son muy naturales.
Todos ellos son testados antes de meterlos en el mercado, pero la normativa Europea no es muy rígida con sus exigencias. Podéis leeros aquí parte de la normativa y su actualización.
También debemos tener en cuenta que muchos piensos indican que tienen alto contenido de proteínas, pero sin especificar su procedencia, por lo que podríamos encontrarnos que están compuestos de subproductos como pico, plumas, patas, etc. El valor biológico de la proteína en este caso sería muy bajo, por mucho que nos digan que tienen un 45%, ya que los perros apenas pueden aprovecharlo. Aún más grave es cuando nos encontramos que tienen «subproductos vegetales», ya que en su mayoría será paja, cuyo aporte alimenticio es prácticamente nulo.
Hay piensos que se molestan en buscar y utilizar ingredientes aptos para el consumo humano, que son de mejor calidad. Por lo general, cualquiera de los que venda el veterinario cumplirá ese requisito. Akana, Gosbi, Orijen, Arion, Royal Canin, Satisfaction, etc.
Con lo de aséptico, hacemos referencia a que son alimentos que están preparados a muy altas temperaturas, por lo que las bacterias, microorganismos y parásitos que pudieran contener son eliminadas. Son además presentados en paquetes herméticos que no deja el paso a la humedad y por lo cual es difícil que se estropeen. Ese mismo proceso de cocción y secado es el que hace que cierta parte de los nutrientes se pierdan y sea necesario el añadir vitaminas y minerales.
Pero hay otro tema en el que nos gustaría ahondar sobre los piensos, y que tienen un carácter menos científico y más psicológico. Los perros son animales de olores y sabores. El ofrecerles siempre la misma alimentación, puede llegar a aburrir al animal, lo que es normal. Imaginaros que os dieran tres veces al día helado. Por mucho que os gustara, acabaríais aborreciéndolo, comiéndolo únicamente porque no te dan nada más (y acabando con una señora diabetes). En la variedad está el gusto. Es por eso que las marcas de pienso ofrecen diferentes gamas de piensos, que puede enriquecer un tanto la experiencia a nuestro compañero. Aun así, no deja de ser harina de carne y verdura hecho bolitas, bañado en aceite.
A este nivel colocamos los otros productos que no son propiamente piensos, pero que siguen un proceso de producción y manipulación parecido: piensos palatables, latas, húmedos, premios, y suplementos. El apartado de premios tiene necesidad de su propio análisis, por lo que lo dejaremos para el próximo día.
Comida Natural
Igual que la comida de nuestra abuela es deliciosa pero a veces excesiva, uno de los problemas más importantes en la comida natural es precisamente que puede carecer o sobrar de nutrientes, siendo una dieta poco equilibrada. Como hemos comentado antes además, nuestro perrito en sus diferentes etapas y necesidades deberá tomar una alimentación diferente, y eso en la comida natural puede ser un problema si no contamos con los conocimientos necesarios para modificar su dieta.
Lo primero: ¿a qué llamamos comida natural? Porque al fin y al cabo, todo es natural, todo proviene de la tierra. Cuando se habla de comida natural nos referimos a la alimentación realizada con ingredientes frescos, de posible consumo humano, preparados mínimamente por nosotros mismo. Si además conseguimos que sean de km 0 y ecológicos, estaremos ayudando un poco más al planeta. Este tipo de alimentación suele encantar a las mascotas, ya que se mantiene el olor y sabor de los ingredientes, haciendo que disfruten mucho más de la experiencia.
Entonces, si es tan buena ¿por qué no dárselo a tu perrito? Puede haber varios factores por lo cual la dieta natural no sería la adecuada a tu caso.
- Tiempo. Desgraciadamente, no todo el mundo cuenta con mucho tiempo para dedicar a su mascota, y aún menos para cocinarle todos los días o todas las semanas. A fin y al cabo, hay que tener en cuenta que es igual que cocinar para un humano más de la casa, lo que supone un gasto de tiempo considerable.
- Dinero. La alimentación natural, por ser igual que la nuestra, es más costosa. No mucho más, pero si una cantidad significativa. El kilo de un buen pienso puede salir por 3.5€ o más. Si lo trasladamos a la carne más económica, el pollo, está a unos 4.5-5.5€/kilo. Aquí las cifras son un poco engañosas, ya que en la comida natural deberemos de dar menos cantidad que el pienso, por lo general.
- Espacio. Muy bien, nos animamos y cocinamos para nuestro peque, pero como andamos un poco mal de tiempo, lo hacemos todo de una tacada. Tenemos tapares para toda la semana, genial. Pero ¡uy! No hay espacio en el congelador. Este pequeño problema condiciona mucho más de lo que parece.
- Desconocimiento. Sobre todo entre los primerizos, la comida natural puede imponer un poco al principio. No conocemos el mundo alimenticio, y con toda nuestra buena intención, comenzamos a darles comida de la nuestra a los perros. Craso error. Muchos de los alimentos que nosotros tomamos son malos para ellos (mirar listado al final del post). E incluso si la comida está bien, el aporte nutricional puede no ser el adecuado. Es por eso que es importante que el plan de comidas las realice un veterinario profesional, especializado en nutrición. Sólo así garantizaremos que lo estamos haciendo bien.
- Patologías previas y situaciones diferentes (alergias, esterilizaciones). Pude que nuestro perrito tenga alguna enfermedad que requiera de una alimentación rigurosa (piedras en el riñón, fallo hepático, diabetes) o puede que su situación lo requiera, como las alergias al gluten (las más habituales) o que esté esterilizado, obeso u otra. En todo caso, el veterinario manda.
Una buena proporción sería un 80-90% de carne y un 10-20% de verduras, frutas y hortalizas, pero dependerá también de qué carnes y verduras hablemos. Es por eso que necesitamos de un especialista en nutrición (¡¡solo veterinario!! Internet para este aspecto, lo mínimo) que nos ayude a planear lo que necesita y haga las modificaciones necesarias si ve que algún alimento no le sienta bien.
En ningún momento decimos que la alimentación natural sea la llamada Dieta BARF. De hecho, nuestro veterinario (y como él muchos), consideran que esta dieta es peligrosa, ya que consiste en darle los alimentos cruda a nuestros animales. A pesar de que los defensores de esta dieta recomienden la congelación antes de la ingesta, la verdad es que sólo la cocción y las altas temperaturas pueden destruir ciertos patógenos que por otro lado, pueden provocar zoonosis (transmisión de nuestro compañero de cuatro patas a nosotros vía besitos). Toda la alimentación natural que nosotros recomendamos debe estar cocinada si no queremos encontrarnos sorpresas desagradables como los parásitos, E Coli, Salmonela, Listerira, clostridium, campylobacter, etc.
No mezclar pienso y comida natural
Esta parte es importante. Como hemos dicho, el sistema digestivo de los perros es corto y más simple que el de un omnívoro o un rumiante. El pienso y la comida natural tienen diferentes tiempos de digestión, y al juntarlos, forzamos al estómago a realizar un proceso que no está acostumbrado, creando un conflicto digestivo al tener diferentes fermentaciones. El pienso a necesitar de rehidratación podrá permanecer hasta 12 horas en su estómago (y por ello nuestro perrito beberá más a lo largo del día. EL AGUA SIEMPRE TIENE QUE TENERLA A MANO) y la comida natural en cambio tiene una digestión de entre 2 y 4horas.
De no llevar a cabo esta recomendación pueden llegar a tener gases, problemas digestivos y hasta torsión de estómago en los casos más graves. De darle alguna suculencia mientras come el pienso, deberemos hacerlo con mucha moderación. Siempre será mejor si queremos darle de ambos tipos de alimentación alternándolos que mezclándolos, aunque os avisamos desde ya que una vez probada la alimentación natural, nuestro amigo no querrá saber nada del pienso.
Listado de alimentos prohibidos para perros
- Chocolate y dulces y azúcar
- Leche
- Aguacate
- Tomates
- Berenjenas
- Pimientos
- Cítricos
- Granada
- Caquis
- Brócoli, col de Bruselas y espinacas
- Nabo
- Patatas
- Algunas semillas (como las de la manzana)
- Melocotones y albaricoques
- Uvas y pasas
- Cebolla, ajos y puerros
- Frutos secos (sobre todo nueces y almendras)
- Cafeína, alcohol y estimulantes
- Levaduras y masas fermentadas
- Sal
- Comida picante
- Fritos
- Legumbres
Alimentos a dar con moderación
- Lácteos
- Grasas
- Hígado
- Huesos y espinas de pescado
- Huevos crudos
- Cordero
- Setas
- Pescado Crudo
- Embutidos
- Jamón serrano
Conclusión ¿Pienso o comida natural?
Ni mucho menos queremos forzaros a que elijáis un tipo de alimentación u otra. Aquí no hay una opinión absoluta. Incluso nosotros podríamos cambiar de opinión en un momento u otro, dependiendo de la situación. Lo que sí que recomendamos en caso de tener la posibilidad, es ofrecer ambas opciones a nuestro compañero y ver qué le sienta mejor. Como hemos dicho al principio de este largo post, son ellos los que mandan.
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